martes, 31 de mayo de 2016

La contención de un texto que se va por las ramas

Enemigo declarado de las notas al pie en las traducciones, Guillermo Piro publicó la siguiente columna el día 28 de mayo pasado en el diario Perfil. En ella nada dice de las notas al pie en las novelas, salvo que se trata de una evolución de las antiguas glosas.

Nota sobre las novelas con notas

Muchos creen que la opción de agregar notas al pie de página a las novelas es una invención moderna. Pero no. Es cierto que muchas novelas del siglo XX las tienen, pero en realidad las notas al pie son un ingrediente importante de muchas novelas anteriores.

Una lista de las novelas que contienen notas sería no sólo aburrida, sino imposible. Las notas aparecen en Historia de un tonel, de Jonathan Swift, en La feria de las vanidades, de Thackeray, en Guerra y paz, de Tolstoi, en Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain, en Veinte años después, de Dumas y en El Señor de los Anillos, de Tolkien. Y hay al menos una en Memorias del subsuelo, de Dostoievski. Las usaron Updike y Auster, Pratchett (muchísimas) y Asimov, Michael Crichton, Michael Chabon, Nicholson Baker, Junot Diaz y Joyce Carol Oates, Vila-Matas, David Foster Wallace, Douglas Adams, Arno Schmidt, Julián Ríos, Douglas Coupland, Cortázar y, naturalmente, Umberto Eco.

El origen de estas notas no está en la literatura, sino en el derecho, y se conecta con una tradición antigua, que es interesante contar porque describe las estrategias con que a lo largo de los siglos se intentó contener la natural tendencia de un texto a irse por las ramas, hablando alegremente de otra cosa, contar historias o introducir comentarios y aclaraciones sin interrumpir el flujo del discurso. La nota es una evolución tipográfica de la glosa, con la que, desde que existen los libros, se explicaba el significado de ciertas palabras oscuras o caídas en desuso. El recurso de la glosa se desarrolló y se volvió un verdadero oficio –el de glosador– a partir del siglo VI d.C., cuando el emperador Justiniano prohibió que se hicieran comentarios a los textos jurídicos, especialmente a su Código, que se considera la base del derecho actual. La prohibición de Justiniano tuvo un efecto paradojal: fragmentar los comentarios, insertándolos a los márgenes del texto. A partir de la invención de la imprenta los glosadores fueron dejados de lado, pero el problema de aclarar información o agregar otra persistía, por el hecho de que los que comenzaban a leer libros no eran solamente los estudiosos y los eruditos.

Según Anthony Grafton, autor del libro Los orígenes trágicos de la erudición, resulta imposible establecer quién fue el primero en utilizar las notas al pie de página, pero es seguro que su práctica se desarrolló en Francia durante el siglo XVII, cuando muchos estudiosos competían por refutar el Discurso del método de Descartes. Sin embargo hay un candidato al título de inventor de la nota al pie de página: su nombre es Richard Jugge, tipógrafo e imprentero muerto en 1577, que tenía un negocio de Biblias en Londres, cerca de la Catedral de San Pablo. Si así fuera, la invención de la nota el pie se remontaría a 1568, cuando para comentar un pasaje del Libro de Job, Jugge introdujo dos notas al final de la página y no en los márgenes, que estaban ocupados por ilustraciones.

lunes, 30 de mayo de 2016

El Grupo Hydra Editorial visita al SPET

Thomas Hobbes
En el próximo encuentro, que tendrá lugar el jueves 2 de junio a las 18:30 en el Salón de Conferencias del IES en Lenguas Vivas (Carlos Pellegrini 1515), nuestros invitados del Grupo Hydra Editorial expondrán sobre el tema “Traducir para estudiar e investigar.La traducción en grupo del Leviatán de Hobbes”.

Con esta exposición continúa el ciclo “Heterogeneidad, heterodoxias: proyectos alternativos de traducción”.

El grupo está integrado por

Esteban Amador, profesor de enseñanza media y superior en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires y Magister en Filosofía por la Universidade Federal de Minas Gerais (Brasil). Se desempeñó como docente en distintas instituciones tales como: UBA, C. C. Rojas, UNTREF, UdeSA y UNIPE. Desarrolla tareas de coordinación en el Departamento de Humanidades, Ciencias Sociales y Artes de la UNIPE. Se desempeña como coordinador de proyectos formativos en Hydra Formación, y es miembro del comité editorial, traductor y miembro del taller de traducción en Hydra Editorial.

Rodolfo Fazio, doctor en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires y ayudante de Historia de la Filosofía Moderna en la misma institución. Su principal área de investigación es la filosofía del siglo XVII, en especial estudia temas de metafísica y filosofía natural en Leibniz. Traductor del Departamento de Humanidades, Ciencias Sociales y Artes de la UNIPE y traductor y miembro del taller de traducción de Hydra Editorial. Ha sido becario de la Universidad de Buenos Aires, del CONICET y del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD).

Patricio González Sidders, profesor de filosofía por la Universidad de Buenos Aires y ayudante de Historia de la Filosofía Moderna en esa misma casa de estudios. Su principal área de estudio es la filosofía inglesa de los siglos XVII y XVIII, en especial la filosofía de la religión del deísmo inglés. Traductor del Departamento de Humanidades, Ciencias Sociales y Artes de la UNIPE y traductor y miembro del taller de traducción de Hydra Editorial. Ha sido becario de la Universidad de Buenos Aires y el CONICET.

Rosario González Sola, estudiante avanzada del Profesorado en Filosofía de la Universidad de Buenos Aires y auxiliar de Filosofía del Derecho en la misma institución. Forma parte del comité editorial de Hydra Editorial, es miembro del taller de traducción de Hydra Editorial y tallerista en los trayectos formativos de Hydra Formación. Traductora de Hydra y del Departamento de Humanidades y Artes de la UNIPE.

Ana Kuschnir, profesora de Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como docente en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Tres de Febrero. Editora independiente para diversas instituciones. Miembro del comité editorial de Hydra y del taller de traducción de Hydra Editorial. Traductora del Departamento de Humanidades, Ciencias Sociales y Artes de la UNIPE. Ha sido becaria de la Universidad de Buenos Aires, del Bureau canadien de l'éducation internationale (Canadá) y del CONICET.

Sebastián Abad, licenciado en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como docente en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Pedagógica Nacional, donde asimismo es Director del Depto. de Humanidades, C. Sociales y Artes. Director de Hydra Editorial, su punto de interés en investigación es la filosofía política moderna.

Lecturas sugeridas
Wilhelm von Humboldt: “De la introducción a la traducción métrica del Agamenón de Esquilo”, varias ediciones.
Martin Lutero: “Misiva sobre el arte de traducir”, varias ediciones.
Friedrich Schleiermacher: “Sobre los diferentes métodos de traducir”, varias ediciones.

Recomendamos visitar la página web de la Editorial Hydra
  
Además, queremos recordar las lecturas recomendadas para el ciclo:
-Antoine Berman: “À la recherche du traducteur”, en Pour une critique des traductions: John Donne, París, Gallimard, 1995, pp. 73-83 (hay traducción al español).
-Gideon Toury: “The nature and role of norms in translation”, en Descriptive Translation Studies and beyond. Amsterdam y Philadelphia, Benjamins, 1995, pp. 53-69 (hay traducción al español).

A quienes confirmen su asistencia se les enviará el material por correo electrónico.  

Quienes se inscribieron para el ciclo completo, por favor, no se olviden de firmar en Cooperadora el día de la reunión.


sábado, 28 de mayo de 2016

Por quinta semana consecutiva, continuamos repudiando la manera en que la UBA se vendió al Instituto Cervantes y a Telefónica de España

El éxito de la convocatoria para repudiar el convenio que le otorga valor universal al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española, propuesto por el Instituto Cervantes y un consorcio de universidades de España y Latinoamérica, demuestra que la movilización de la comunidad intelectual de la lengua castellana está lejos de haberse agotado. Por quinta semana consecutiva actualizamos la lista de firmantes ya que,  diariamente siguen llegando adhesiones de todo el espectro de la lengua. Por lo tanto, seguirá abierta la recolección de firmas de todos aquéllos interesados en dejar sentado en este blog su repudio ante un pacto realizado de espaldas a la sociedad.

Como ya se ha explicado, no sólo han firmado la nota que se reproduce a continuación escritores, traductores, correctores, editores, intelectuales en general (historiadores, sociólogos, antropólogos, arqueólogos y periodistas, además de directores teatrales y actores), sino también un gran número de profesores de Literatura Española e Hispanoamericana, lingüistas, filólogos y lexicógrafos, que desempeñan sus tareas en  universidades argentinas y extranjeras. Acaso ellos están mejor capacitados para entender el problema que los contadores, veterinarios y dentistas que votaron positivamente el acuerdo en una sesión del Consejo Superior de la UBA…  quince días posterior al anuncio oficial del Instituto Cervantes en el Congreso de la Lengua de Puerto Rico.

Durante los próximos dos días la solicitada y la lista volverán a estarán disponibles en esta entrada para quien desee consultaras y, eventualmente, sumarse. Para hacerlo sólo tiene que enviar un mail a clubdetraductoresliterarios@gmail.com


Solicitada

Los abajo firmantes, escritores, intelectuales, docentes, investigadores y artistas del universo de la lengua castellana, queremos manifestar nuestro absoluto repudio al Memorándum de Entendimiento, un conjunto breve de artículos, con el cual la UBA se integra al convenio firmado entre el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Salamanca, que pretende otorgarle al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) valor universal y hegemónico. Consideramos que se trata de  una grave intromisión en la independencia lingüística de Latinoamérica, así como de un perjuicio a los intereses políticos y comerciales de la región.


A
Martín Abadía, Gabriela Adamo, Lucas Adur, Silvia Aguilera (Chile), Claudia Aguirre, Osvaldo Aguirre, Laura Alcoba (Francia), Diego Alfaro Palma (Chile), Fernando Alfón, Javier Almeida, Mariano Altamirano, Matías Allende Contador (Chile), Adriana Amante, Susana Anaine, Jotaele Andrade, Maria Teresa Andruetto, Daniela Ansa, Angelika Antonio Rubin, María Amelia Arancet Ruda, Graciela Aráoz, Fernanda Aren, Teresa Arijón, Elvira Arnoux, Alessio F. Arredondo,  Adriana Astutti, Alejandra Atadía, Jorge Aulicino, Márgara N. Averbach,
B
Claudia Bacci, Cecilia Bajour, Miguel Balaguer, Alejandro Balazote,  Florencia Baranger-Bedel, Pablo Bardauil, Julina Barembuem (Francia), Ian Barnett, Carolina Bartalini, Alcira Bas, Carlos Battilana, Matías Battiston, Gustavo Beade, Eric Beaumatin (Francia), Roberto Bein, Natalia Belenguer, Sonia Bello, Bárbara Belloc, Asher Benatar, Laura Benítez, Julia Benseñor, Daniela Bentancur, Diego Bentivegna, Gladys Berisso, Angel Berlanga, Emilio Bernini, Eduardo Berti, Concepción Bertone, Pablo Betesh, María de los Ángeles Bianchi, Ana Lia Biderman, Sonia Bierbrauer, Mónica Billoni, César Bisso, Andrea Bohrn, Elisa Boland, Karina Bonifatti, Piedad Bonnet (Colombia), Juan Bonilla (España), María Angélica Bonilla, Manuel Borrás (España), Claudia Borzi, Pablo Braun, Matías Bruera
C
Marcelo José Cabarcas Ortega (Colombia), Gabriela Cabezón Cámara, Rubén Faustino Cabrera, Susana Cabuchi, Javier Calvo, Silvia Camerotto, Silvana Campanini, Magdalena Cámpora, Marco Antonio Campos (México), Sibila Camps, Martín Caparrós, Anália Capdevila, Pablo Caramelo, Marina Cardelli, Sandra Carli, Penélope Cartelet, Fabián Casas, Fernanda Castelano Rodrigues (Brasil), Alejandro Castro, Nora Catelli, Maite Celada (Brasil), Rocío Cerón (México), Valeria Cervero, Sergio Chejfec, Matías Chiappe (Japón), Ricardo Chiesa, Micaela Chirif (Perú), Luis Chitarroni, Federico Ciamberlini, Oliverio Coelho, Marcelo Cohen, Sara Cohen, Andrea Cofán, Javier Cófreces, Vanina Colagiovanni, Nicolás Coletto, María del Carmen Colombo, Gabriela Comte, Carlos Roberto Conde Romero (México) Estela Consigli, Jorge Consiglio, Sandra Contreras, Lucila Cordone, Luciana Cordo Russo, Juan David Correa (Colombia), Sylvia Costa, Flor Cresta, Américo Cristófalo, Claudio Crivelli, Marcela Croce, Adriana Cristina Crolla, Esther Cross, Anna Crowe (Escocia),
D
Julián D'Alessandro, Guillermo David, Juan José Delaney, Silvia Delfino, Pablo De Santis, Valentín Díaz, Mariana Di Cío (Francia), Ariel Dilon, María Teresa D'Meza (Cuba), Mariana Dimópulos, María di Stefano, Ignacio Di Tulio, Ángela Lucía Di Tullio, Leonora Djament, Jordi Doce (España), Nora Domínguez Rubio, Leandro Donoso, Elsa Drucaroff,
E
Víctor Ego Ducrot, Andrés Ehrenhaus, Laszlo Elderyi (Uruguay), Neide Elias (Brasil),Verónica Engler, Carolina Esses, Juan José Estévez,
F
Geneviève Fabry (Bélgica), Sylvia Falchuk, Ángel Faretta, Adriana Fernández, Nancy Fernández, Zulema Fernández, Inés Fernández Moreno, Martina Fernández Polcuch, Gustavo Fernández Walker, Alex Ferrara, Horacio Fiebelkorn, Tamara Figueroa, Judith Filc (Estados Unidos), Diego Fischerman, Graciela Foglia (Brasil), Laura Fólica, Jorge Fondebrider, Diego Forte, Ana Franco (México), Daniel Freidemberg, Silvina Friera, Leonardo Funes, Alejandra Furfaro,
G
Pablo Gaiano, Carlos Gamerro, Lélia Gándara, Inés García Botana, Antonia García Castro, Gabriela García Cedro, Emilio García Wehbi, Marietta Gargatagli, Inés Garland, Florencia Garramuño, Miguel Gaya, Jorge Geffner,  Francisco Gelman Constantin, Alicia Genovese, Mabel Giammatteo, Pablo Gianera, Daniel Gigena, Sol Gil, Abel Gilbert, Paula Giménez Zapiola, Gabriel Giorgi, Mónica Girón, Marisa Godoy, Graciela Goldchluk, Víctor Goldstein, Alejandro González, Betina González, Horacio González, Jonio González, Rafael Goñi, Inés Grimland, Ezequiel Grimson, Lucía Grodsinsky, Roberto Guareschi, Leila Guerriero, Richard Gwyn (Gales),
H
Fabián Haim, Claudia Hartfiel, Liliana Hayat, Liliana Heer, Itziar Hernández (España), Patricia Hernández, Frida Herz, Alejandro Horowicz, Luis Francisco Houlin Dintrans,
I
Carla Imbrogno, Pablo Imen, Pablo Ingberg, José Insúa, Fabián Osvaldo Iriarte, Pola Iriarte (Chile), Jorge Isaías,
J
David Jacobson, Natalia Jakubecki, Alexandra Jamieson Barreiro, Darío Jaramillo Agudelo (Colombia), Noé Jitrik, Silvia Jurovietzky, Mario Jursich (Colombia),  
K
Tamara Kamenszain, Laura Kaplan, Alejandra Patricia Karamanian, Alejandro Kaufman, Sergio Kiernan, Guillermo Korn, Laura Malena Kornfeld, Eduardo Kragelund, Christian Kupchik,
L
Juan Manuel Lacalle, Patricia Lálage del Vall, María Lanese, Alicia Laplace, Alejandra Laurencich, Daniela Lauria, Denise León, Mara Faye Lethem (Estados Unidos),  Mauro Libertella, Daniel Link, Jorge Locane (Alemania), María Rosa Lojo, María Pía López, Eugenio López Arriazu, Carlos López Beltrán (México), Pura López Colomé (México), Ana María Lorandi, Diego Lorenzo, Carolina Lozada (Venezuela), Gabriel Lozano, Marcela Lucero,
M
Ariel Magnus, Silvia Maldonado, Elena Marengo, Lucas Margarit, María Moreno, Daniel Martínez, Uriel Martínez Venegas (México), Claudia Masín, Carlos Masotta, Mirtha Paula Mazzocchi, Víctor Manuel Mendiola (México), Ricardo Mendoza Rademacher (Chile), Andrea Menegotto, Tununa Mercado, Mercedes Merino, Silvana Meta, Eduardo Milán (Uruguay), Ignacio Miret, Javier Mocarquer (Estados Unidos), Cristian Molina, Rodrigo Molina-Zavalía, Sylvia Molloy, Rafael Mondragón (México), Mario Montalbetti (Perú), Graciela Montaldo, René Montero Montano (México), Miguel Ángel Montezanti, Fabio Morábito (México), Juan Carlos Moreno Cabrera (España), Graciela Morgade, Julieta Mortati, José Luis Moure, Debi Mundani, Hugo Murno,
N
Adelaide Navarret, Juana Nicolaou, Michel Nieva, Valentina Noblia, Alejandro de Nuñez,
O
Julieta Obedman, Alejandra Obermeier, Elena Luján Odriozola, Ana Ojeda, Leonardo Oksman, Sebastián Olaso, Alejandro Olazabal, Lucrecia Orensanz (México), Diana M. Ortega, María Gabriela Ortiz, Pablo Ortiz (Estados Unidos), Alexandra Ortiz Wallner (Alemania), Elsa Osorio, Araceli Otamendi, Sonia Otamendi, Rafael Felipe Oteriño,
P
Cecilia Palmeiro, Lucas Panaia, Tamara Padrón Abreu, Aldo Parfeniuk, Sandra Pasquini, Hilda Paz, Ingrid Pelicori, Diego Peller, Marina Inés Pepe, Claudia Pérez, Cecilia Pérez de Micou, Paula Pérez Alonso, Graciela Perosio, Lucas Petersen, Miguel Ángel Petrecca, Maria Pibernus, Gabriela Clara Pignataro, Claudia Piñeiro, Nancy Viviana Piñeiro, Silvina Poch, José Maria Poirier, Antonio José Ponte (Cuba/España), Ángela Pradelli, Ana Pruis, Agnieszka Julia Ptak,  Mercedes Pujalte, María Lucía Puppo,
R
Alejandro Raiter, María Laura Ramos, Olga Regueira, María Cristina Renard, Jorge Revsin, Alicia Silvia Rey, Esteban Javier Rico, Cynthia Rimsky (Chile), Armando Roa Vial (Chile), Victoria Rodríguez Lacrouts, Waldo Rojas (Chile), Mariana Romo Carmona (Estados Unidos), Gonzalo Roncedo, Hernán Ronsino, Silvia Rotemberg, Fernando Rouaux, Mario Rucavado Rojas, Natalia Ruhl, Facundo Ruiz, Pablo Martín Ruiz (Estados Unidos), Ricardo Ruiz,
S
Guillermo Saavedra, Julia Sabena, Ina Salazar (Perú/Francia), Alejandro Schmidt, Scott Sadowsky (Chile), Elisa Salzmann, Daniel Samoilovich, Beatriz Sarlo, Vivian Scheinsohn, María Jimena Schere, Gabriela Schon, Federico Schuster, Francisco Segovia (México), Gabriel Seisdedos, Gabriel Senanes, Silvia Senz Bueno (España), Jessica Sequeria (Estados Unidos), Matías Serra Bradford, Marina Serrano, Pedro Serrano (México), Nora Sforza, Lorna Shaugnessy (Irlanda), Ana María Shua, Luciana Sierra, Alberto Silva Castro, Gastón Sironi, Paulo Slachevsky (Chile), Perla Sneh, Ricardo Soca, Ada Solari, Margarita Solli, Mikel Soto Nolasco (País Vasco),  Rafael Spregelburd, Eduardo Stupía, Julieta Sueldo Boedo (Brasil), Jorgelina Sureda, Maristella Svampa, Mariano Sverdloff, Santiago Sylvester, Alberto Szpunberg,
T
Sergio Tanoni, Carles Tàvec, Federico E. Testoni, Diana Theocharidis, María Emilia Tijoux, Mario Tomé, Sandra Toro, Jorge Torres Zavaleta, Diego Trelles Paz (Perú),
U
Lidia Unger, Pablo Usabiaga, Teresa Usandivaras, Alejandra Uslenghi (Estados Unidos), Leandro Uteda,
V
Luisa Valenzuela, Gustavo Valle (Venezuela), María Esther Vázquez, Graciana Vázquez Villanueva, Diana Vega, Ana Vellegal, Luciana Velloso, Santiago Venturini, Carmen Verlichak, Pedro Ignacio Vicuña (Chile), Gabriela Villalba, Claudio Villarreal, Silvia Villegas, Juan Villoro (México), Elena Vinelli, Marcela Visconti, Miguel Vitagliano, Martín Vitton,
W
Miguel Wald, David Wapner, Gerardo Wehinger, Guadalupe Wernicke, Laura Wittner, Marcela Woods,
Y
Débora Yánover
Z
Horacio Zabaljáuregui, Enrique Zattara Hernández, Amelia Zerrillo, Pablo Zdrojewski, Verónica Zondek (Chile), Julia Zullo, Patricio Zunini.


Universidades e instituciones educativas a las que pertenecen los firmantes

Universidad Católica Argentina (Argentina)
Universidad de Belgrano (Argentina)
Universidad de Buenos Aires (Argentina)
Universidad de San Andrés (Argentina)
Universidad del Salvador (Argentina)
Universidad Nacional Arturo Jauretche (Argentina)
Universidad Nacional de La Plata
Universidad Nacional de Mar del Plata
Universidad Nacional de Rosario (Argentina)
Universidad Nacional de San Luis (Argentina)
Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina)
IES en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández" (Argentina)
ENSLV "Sofía E. Broquen de Spangenberg" (Argentina)
Instituto Superior de Formación Docente 3 San Martín de los Andes  (Argentina)
Universidad Federal de São Paulo (Brasil)
Universidad Católica de Chile (Chile)
Universidad de Chile (Chile)
Universidad Jorge Tadeo Lozano, sede Caribe. Cartagena (Colombia)
UNAM (México)
Universidad de la República (Uruguay)
New York University (Estados Unidos)
Providence College (Estados Unidos)
UC Davis (Estados Unidos)
Tufts University (Estados Unidos) 
Humboldt-Universität zu Berlin (Alemania)
Universidad Libre de Berlín (Alemania)
Universidad Autónoma de Madrid (España)
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona / España)
Université de Caen-Normandie (Francia)
Université de Lille 3 (Francia)
Université Sorbonne Nouvelle Paris III (Francia)
Université Catholique de Louvain (Bélgica)
Tokyo University (Japón)

Adhesiones Institucionales

Centro PEN Argentina
Fundación Victoria Ocampo
Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados
Diccionario Latinoamericano de la Lengua Española (http://untref.edu.ar/diccionario/)
Archivos del Sur







viernes, 27 de mayo de 2016

Cuestiones de contexto

Publicado en El Trujamán del 25 de mayo pasado, el siguiente artículo de la siempre grata de leer María José Furió trata sobre expertos en cosas que nos permiten traducir cosas. O algo parecido, pero no igual, como corresponde a toda traducción.

Los diccionarios vivientes

Una de las inercias inevitables del traductor es confiar en los diccionarios de su lengua. Dada la variedad de documentación disponible, es raro que no consigamos resolver una duda de léxico. Cuando ocurre, la indecisión suele asaltarnos menos ante conceptos de las disciplinas más arduas que ante objetos concretos de la realidad donde se espera exactitud. El diccionario o la enciclopedia ofrecen varias acepciones, puede que ilustradas y, sin embargo, no conseguimos elegir el término adecuado porque, dado nuestro conocimiento superficial de la materia, todas las alternativas parecen convenir. Se trate de utensilios para repostería artesanal, vestuario del teatro raciniano, contratos matrimoniales del siglo xix, ingeniería de gas y petroquímica o, más a menudo, de armas, pornografía, peep-show y expresiones idiomáticas populares, no podemos tomar un atajo.

O bueno, sí, podemos atajar acudiendo a nuestro surtido de diccionarios vivientes, esto es, expertos en áreas muy acotadas de la realidad, lo cual incluye de entrada a todos los maridos expertos en marketing, motos o bienes raíces, esposas ceramistas, amantes doctorados en léxico de porno en todas sus modalidades, sobrinas lanzadoras de cuchillos, abuelos hortelanos e hijos expertos en videojuegos y acoso escolar. Romper la burbuja en que a veces vive el traductor obliga a salir a la calle y hacer trabajo de campo para elaborar un glosario o mejorarlo. Mientras traducía los amables recuerdos del historiador e hispanista francés Bartolomé Benassar, Memorias de un pescador de truchas, ni Jara y sedal me sacaba de un atasco, así que no me quedó otra que acercarme a la tienda de artículos de caza y pesca del barrio y preguntar por una pieza de la caña y resolver mis dudas. Mi experto se sintió muy halagado de colaborar, como también sucedió en la chocolatería del Barrio Gótico con ciertas especialidades para un recetario. No hay que decir que la consulta ha de ser breve y específica.

En ocasiones, la dificultad surge por cambios acaecidos en el tiempo: así ocurría con la nomenclatura de los tribunales franceses entre los años cincuenta y setenta según describía el prestigioso editor Jean-Jacques Pauvert en Las odiseas del libro. Las frecuentes denuncias por escándalo tras publicar a Sade le familiarizaron a la fuerza con los tribunales de París. Ciertos cambios administrativos provocaron que en la primera década del siglo xxi el nombre y numeración de los tribunales no correspondieran con los usados durante los acontecimientos. A la previsible necesidad de ser rigurosos con la terminología jurídica se sumaba la de ir verificando vía Google la nomenclatura de los departamentos y secciones del Ministerio de Justicia francés. Me habría venido bien conocer entonces y no dos años después al perito experto en derecho y arquitectura técnica que vivió en París en los sesenta.

En sus memorias a vuelapluma, publicadas en el número 3 de L’Écran traduit, Marie-Claire Solleville —cuya trayectoria profesional es anterior a Internet, los móviles y los canales de televisión internacionales— también propone, con su característico desenfado, salir de casa para confeccionar o mejorar glosarios. Así, para surtirse de insultos, imprecaciones, maldiciones y jerga delictiva prefería «no fiarse de los diccionarios y confeccionar un pequeño diccionario personal, que recomiendo no llevar encima en caso de pérdida o de cacheo, pues nos va a costar explicar que se trata de una herramienta de trabajo. Las colas en cualquier oficina de la administración pública están especialmente recomendadas». A diferencia de hoy, cuando la ficción no deja ningún territorio ni periodo histórico sin explorar, en las décadas de los cincuenta y setenta, el cine y la televisión se interesaban apenas por los ambientes y escenarios culturales mientras se vivía una eclosión del género policíaco y de denuncia; para hacer acopio de jergas y léxico probablemente muy ajenos a su hábitat y experiencia, el traductor podía despreocuparse de «la técnica de la iluminación del pergamino de la Edad Media, pero debe saberlo todo de las diferencias entre la mafia siciliana y el milieu marsellés». El rigor lingüístico, típico rasgo francés, combinado con los modos pasionales italianos explica otra de sus recetas: buscar la gresca donde surja, así sea un atasco, una colisión de tráfico, sin separarse de la grabadora, que ayudará luego a transcribir insultos y otras útiles florituras del idioma.

La pornografía, el rico vocabulario de las escenas de contenido sexual cada vez más explícito obligan a tomar en consideración variantes inesperadas, incluso locales, aunque la versión original utilice un léxico estándar y banal. De un tiempo a esta parte, con la comercialización de series de televisión en DVD, comprobamos las decisiones, sorprendentes a menudo, de los traductores españoles, con su afición a tirar la casa por la ventana optando por las expresiones más obscenas, decisión que reduce el conjunto de expresiones del personaje a un mismo nivel de intensidad.

Solleville flaqueaba por pudibundez. Las groserías, dice, suenan más contundentes por escrito que al oído, por lo que prefería suavizar los términos si el texto traducido iba para subtitulado. Tuvo que abandonar sus prejuicios y liberarse adaptándose a los nuevos tiempos, que traían a cineastas como Lina Wertmüller.

Hoy, a falta de pudor, convendría atenerse al contexto y a la psicología de los personajes.


jueves, 26 de mayo de 2016

Una declaración desde la otra orilla

La Casa de los Escritores del Uruguay, a través de su sitio web (http://www.casaescritores.org/), el pasado 23 de mayo, ha lanzado una proclama que se reproduce a continuación

 

Sobre el derecho de autor

Declaración de la Casa de los

 Escritores del Uruguay


A la ciudadanía de la República Oriental del Uruguay:

Ante la discusión parlamentaria del tema de los derechos de autor, la Comisión Directiva de la cAsa de los Escritores del Uruguay considera necesario declarar:
1)     El Estado tiene el deber de generar políticas que abaraten los libros de texto, para que lleguen al estudiantado.
2)     Asimismo debe fomentar y posibilitar el hábito de la lectura entre la población de todo el país.
3)     Lo anterior implica fomentar la industria editorial, incluyendo al apertura de líneas de crédito “blando” para financiar la publicación de libros de autor uruguayo.
4)     El derecho de autor es tan sagrado como el derecho de cualquier otro trabajador a su salario.
5)     Debe considerarse la reinstauración del Instituto Nacional del Libro, para que centralice la acción estatal en ese campo y coordine políticas con todos los actores privados del sector (gráficos, editores, libreros, autores, etc.).

Directiva de la Casa de los Escritores del Uruguay

Se agradece la difusión de esta declaración.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Lori Saint-Martin: “Decir América del Norte en francés”

Foto: Claire Dufour
La escritora y traductora canadiense Lori Saint-Martín visitó ayer el Cloub de Traductores Literarios de Buenos Aires y allí, en la nueva sede del Instituto Goethe, se refirió a la situación paradójica de los traductores literarios canadienses, que trabajan en un país oficialmente bilingüe, que en realidad no lo es tanto. Asímismo, habló de las condiciones laborales de los traductores de su país, envidiables aunque complicadas. Además, explicó cómo traduce a cuatro manos con su marido, también traductor. Por último, habló también de las ventajas y desventajas de compartir el idioma con un país que tiene una industria editorial poderosa, que exige la adecuación de los canadienses a la norma lingüística parisina.

De todo eso y de muchas otras cosas habló con extrema claridad y gran simpatía, lo cual puede verse en el video correspondiente a este link:
https://www.youtube.com/watch?v=UqErSJRKnVo


Foto: Anna Saint-Martin
Lori St. Martin ha publicado una novela, dos volúmenes de cuentos y un libro de microficciones. Profesora de la Université du Québec en Montréal, ha traducido al francés más de 90 novelas, libros de cuentos y obras de no ficción de Margaret Atwood, Carol Shields, Mordecai Richler, Naomi Klein, Louise Penny, Maya Angelou, Gil Adamson, Miriam Toews, Alistair McLeod, Ann-Marie McDonald, David Homel, Neil Smith, Neil Bissondath y Lori Lansens, entre otros autores de habla inglesa. Del castellano ha traducido a Gustavo Nielsen, Leila Guerriero, María Jesús Álvarez, Marta Chicote, Alejandro Crotto y Sandro Barella. En 2004, 2006 y 2008 recibió el prestigioso Premio a la Traducción de la Québec Writers’ Federation. En 2000, 2007 y 2015 obtuvo el Governor General’s Award, máxima distinción literaria que otorga Canadá, por la traducción de dos obras de Ann-Marie MacDonald y una obra de Mordecai Richler, respectivamente.

martes, 24 de mayo de 2016

La cruzada de un solo hombre (y sus ayudantes)

El 21 de mayo pasado, Guillermo Piro, en su columna del diario Perfil, publicó el siguiente artículo sobre el bibliotecario Abdel Kader Haidara y su cruzada por salvar valiosos manuscritos antiguos de los extremistas islámicos.

Los bibliotecarios de Tombuctú

En Estados Unidos acaba de salir el libro The Bad-Ass Librarians of Timbuktu and Their Race to Save the World’s Most Precious Manuscripts –algo así como Los valientes bibliotecarios de Tombuctú y su empresa por salvar los manuscritos más preciosos del mundo–, en el que el periodista Joshua Hammer cuenta la historia del bibliotecario malí Abdel Kader Haidara. En 2012, junto con sus colegas, salvó 350 mil manuscritos antiguos de las fuerzas de Al Qaeda que habían conquistado la ciudad. Se trata de uno de los raros casos en que objetos históricos y culturales son puestos a salvo de extremistas islámicos que los habrían destruido.

En un artículo publicado en The Wall Street Journal, Hammer cuenta la breve historia de Haidara. Comienza en los años 80, cuando el entonces joven bibliotecario viajó por el desierto del Sahara para recuperar y poner a salvo miles de textos antiguos de la tradición islámica de Mali. Hasta 1993, Haidara trabajó en el Instituto Ahmed Baba de Tombuctú, un importante archivo fundado en 1973 por la Unesco.

En abril de 2012, volviendo de un viaje de trabajo, Haidara encontró a Tombuctú bajo el control de extremistas islámicos ligados a Al Qaeda. Temiendo que los miles de manuscritos raros conservados en las bibliotecas y archivos de la ciudad fuesen destruidos, Haidara organizó una operación de salvataje ayudado por parientes y colegas. Los manuscritos se remontaban a los siglos XV y XVI, cuando la ciudad era un importante centro comercial y hospedaba a más de 150 universidades. El volumen de más valor era una edición del Corán de pequeñas dimensiones que data del siglo XII. Las páginas están hechas con piel de pescado y algunas letras del texto, totalmente escrito en color azul, están decoradas con gotas de oro. Haimara tenía razón: en enero de 2013 los milicianos de Al Qaeda prendieron fuego al Instituto Ahmed Baba, que conservaba entre 60 y 100 mil manuscritos en contenedores climatizados para evitar que se deterioraran. Mientras tanto, Haidara había conseguido poner muchos en un lugar seguro. Algunos meses antes había ganado una beca de estudio de la Fundación Ford de 10 mil euros para ir a estudiar inglés a Oxford, y utilizó el dinero para sacar los manuscritos de Tombuctú. Organizó así el transporte de manuscritos desde Tombuctú hasta la capital de Mali, Bamako, más al este y fuera del control de Al Qaeda. Haidara y sus ayudantes compraron cajas de madera, utilizaron barriles de nafta como contenedores e hicieron un recorrido en etapas llevando la carga en mulas. La travesía duró ocho meses, viajando de noche, evitando tanto a los yihadistas como a los soldados del ejército de Mali.

Hoy Haidara tiene 51 años, vive en Bamako y quisiera llevar de vuelta los manuscritos a Tombuctú, pero la situación en el norte de Mali todavía es demasiado inestable para atreverse a tanto